Se que suena imposible decir que puedes renovar tu guardarropa sin ir de shopping, pero no es así, de hecho es más sencillo de lo que crees.
Cuando siento que me ataca ese síntoma del “no tengo nada que ponerme”, pongo en práctica los consejos que te compartiré en este post, para darle la vuelta a mi clóset y encontrar nuevas formas de usar mi ropa y lucir atuendos diferentes.
1. No te cases con una combinación
El primer error que cometemos es que cuando encontramos un atuendo que nos hace sentir súper cómodas y bonitas, ¡nos casamos con él! Estoy muy a favor de que uses lo que te hace ver bien, pero seguramente te pase lo que a muchas mujeres: tienes un clóset lleno de ropa y sólo usas el 30%, ¿o no? Dale la oportunidad a nuevas combinaciones y rompe tus propios paradigmas.
2. Separa la ropa que más te pones
Siguiendo con el punto anterior, separa toda la ropa que siempre te pones y ponla en un extremo de tu clóset . Ahora, cada vez que vayas a decidir que ponerte comienza por el extremo opuesto, así te obligarás a usar las prendas que menos ven la luz del sol.
A veces nuestra mente nos la juega mal y nos susurra que si vamos a ponernos un top de un color debemos contrastarlo con un bottom de diferente color, pero esto no es necesariamente una regla. Intenta lucir un look total denim, un look total blanco, rojo, negro, el color que prefieras. Y si lo combinas con zapatos nude ¡hasta más esbelta y alta lucirás!
La forma más fácil de romper la rutina es combinar una falda de noche o fiesta con una camiseta, o unos jeans con un top de vestir. Notarás que te ves más chic al instante,además de que aparentarás que no le invertiste muchísimo esfuerzo a tu atuendo.
5. Busca en el clóset de tu hermana o tu novio
Tomar prestado de otro clóset te ayuda a abrir tu mente. Pídele prestadas unas botas a tu hermana, o una playera de su banda favorita a tu novio, y busca cómo integrarlos en tu estilo.
6. Piensa en qué otro uso puede tener una prenda
Camisas amarradas a la cintura, camisetas debajo de vestidos, faldas arriba de vestidos, vestidos arriba de unos jeans, un vestido desabrochado como si fuera un kimono… ¡las opciones son muchas!
7. Haz una selección de lo que menos te pones
Así como separamos lo que más te pones, también puedes hacer una selección de las cosas que te has puesto 1 ó 2 veces o que ni de plano has estrenado. Así todas las mañanas oblígate a armar un outfit utilizando una de las prendas de esa selección, parecerá que estrenas todos los días.
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